Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10
SME Martin Esparza Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 2d2
SME Eduardo Bobadilla Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 1d2
SME Eduardo Bobadilla Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 2d2
SME Noroña Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 1d2
SME Noroña Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 2d2
SME Valentin Pacho FSM Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 1d3
SME Valentin Pacho FSM Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 2d3
SME Valentin Pacho FSM Asamblea magna de activos y jubilados 13mar10 3d3
SME CUERNAVACA 11 oct 10
Diputado Jaime Sanchez Velez en apoyo al SME
Lic Jorge Messeguer en apoyo al SME
Gerardo Fernandez Noroña en Cuernavaca en apoyo SME
CFE apuesta por energía "sucia"
SME Aztecazo 30 Octubre 10
SME Aztecazo Martin Esparza 30oct10 1d2
SME Aztecazo Martin Esparza 30oct10 2d2
SME Aztecazo Mensaje de Miguel Marquez 30oct10
SME, Es mucho sindicato Es mucha institución para un par de pen...sadores Lozasno y Calderon
Foro tv intentó boicotear el aztecazo
Se Confirma el Aztecazo, voz Martin Esparza
Himno del sme en el azteca
Martin Esparza a la salida del Estadio Azteca despues del festival de la resistencia
SME_No pagues luz a CFE 19 Enero 10
Para que no te dejes engañar. No le pagues a CFE
Recibo de luz de $350 MILLONES (CFE)
Usuarios no deberán pagar más de mil 500 pesos de luz: CFE
Llame al 071... a ver si le contestan
Sabotaje del SME a CFE, argumentos de un gobierno fallido 14 Mayo 10
23 MIL VOLTIOS, NO SON "ENCHILADAS"
UN INTEGRANTE DEL SME EXPLICA POR QUE LA SECRETARIA DE ENERGÍA GEORGINA YAMILET KESSEL MARTÍNEZ, MIENTE EN SUS DECLARACIONE SOBRE UN SUPUESTO SABOTAJE A LAS INSATALACIONES ELECTRICAS POR PARTE DE GENTE DEL SME.
Sabotaje del SME a CFE, incopetencia y estupides de Calderon
Estupideces de cfe
CFE da pruebas de sabotaje, mediocres hasta el final.
La Comsión Federal de Electricidad dijo que el circuito eléctrico subterráneo del Centro Histórico es pinchado con objetos punzocortantes
Los mexicanos no deben saber la verdad sobre la luz 14 Mayo 10
Los mexicanos no deben saber la verdad sobre la luz (1/2)
Los mexicanos no deben saber la verdad sobre la luz (2/2)
SME Asamblea Magna Palacio de los deportes 6 Octubre 10
MAGNA ASAMBLEA DEL SME EN EL PALACIO DE LOS DEPORTES PARTE 1
MAGNA ASAMBLEA DEL SME EN EL PALACIO DE LOS DEPORTES PARTE 2
SME Asamblea Magna Palacio de los deportes Manuel Bartlett 6oct10
SME Asamblea Magna Palacio de los deportes Carlos Galindo 6oct10
SME Asamblea Magna Palacio de los deportes Sergio Espinal 6oct10
Himno del Sindicato Mexicano de Electricistas en el palacio de los deportes 6-Octubre-2010
El idiota del Ciro reconoce el Músculo del SME
SME Mujeres en huelga de hambre en CFE 23 Noviembre 09
Cargando a sus hijos pequeños en los hombros, trabajadoras del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) llegaron ayer al campamento improvisado afuera del edificio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ubicado en avenida Reforma e Insurgentes, donde comenzaron una huelga de hambre indefinida. teleSUR
¿Qué hacer ante el espionaje yanqui que ha invadido México por petición del gobierno de Calderón?
2. Ayer decía en mi artículo que a los agentes de espionaje yanquis ya los tenemos hasta en la taza del retrete; hoy lunes se publica que ya operan abierta y libremente en todo el territorio mexicano, es decir, se ha establecido en México un gran centro de espionaje en la Embajada yanqui y los gigantescos edificios que la rodean. El pretexto que se usa desde que en 2006 el ejército invadió el país: “Perseguir a narcotraficantes, a la delincuencia organizada, la insurgencia, los terroristas”. Y esto lo hemos denunciado durante muchos años, sobre todo desde que se firmó la llamada Iniciativa Mérida en marzo de 2007, misma que equiparamos con el Plan Colombia que ha servido para asesinar guerrilleros y luchadores sociales. ¿A cuantos mexicanos desempleados y hambrientos usarán como espías, escuchas, soplones, orejas, integrantes de bandas paramilitares con el fin de traicionar a su país a cambio de unos cuántos dólares?
3. Esta invasión del espionaje yanqui no es cualquier cosa. Se ha publicado que “Por primera vez el Pentágono ha desplazado desde Irak y Afganistán al centro de México a sus oficiales especializados en ataques a grupos insurgentes y terroristas”. Como hace unos años la Escuela de las Américas –manejada por el ejército yanqui- servía para capacitar ejércitos de combate contra las guerrillas de América Latina y África, ahora se imparten cientos de cursos a miles de policías y soldados en “operaciones de inteligencia y ataque al narcotráfico, aplicando tácticas contrainsurgentes y antiterroristas” como lo han hecho en países asiáticos invadidos. Fox y Calderón resultaron mucho más peleles de los yanquis que los priístas. En los sesenta y setenta salíamos en grandes manifestaciones a la calle a protestar y, muchas veces, a arrojar piedras contra los militares asesinos que se escondían en su interior.
4. No sólo la izquierda debería salir a la calle a repudiar esa terrible invasión de espías y militares especiales yanquis a México; en décadas anteriores salían socialdemócratas, cardenistas, incluso muchos altos políticos del PRI que se autocalificaban como antiimperialistas y antigringos. Hoy los políticos guardan silencio con cualquier pretexto para no ser “mal vistos” por los medios de información y por los mismos yanquis que intervienen directamente en la sucesión presidencial. ¿Podríamos esperar que personajes del PRD, PT, lópezobradorismo, Ebrard, intelectuales, los líderes del legislativo, de obreros y campesinos, se prenuncien contra esa invasión abierta de policías yanquis al territorio nacional? ¿Seguiremos permitiendo que los teléfonos fijos y celulares, que los medios de información, que los aeropuertos, estaciones de autobuses, centros de recreo y diversión, las universidades, estén atestados de espías?
5. Hasta 1982 los gobiernos del PRI se regocijaban aún de su nacionalismo que, al parecer se inició con la revolución mexicana y se reconfirmó durante el cardenismo (1934-40) Aunque el endeudamiento y la dependencia económica del país hacia los EEUU se fue incrementando desde los años 40 y el régimen de Alemán, los gobiernos mexicanos –junto a la llamada gran burguesía nacional- demostraron siempre una relativa independencia con cierta asociación y competencia con el capital yanqui. A partir de los gobiernos de Reagan (EEUU) y la Thatcher (Reino Unido), que impusieron la economía neoliberal y privatizadora en el mundo, México (aún con gobiernos del PRI) adoptó esos programas durante cinco gobiernos (De la Madrid, Salinas, Zedillo, del PRI, así como en los Fox y Calderón del PAN); en resumen llevamos ya 28 de neoliberalismo y privatización que ha polarizado más a multimillonarios y miserables.
6. Si antes hubo ciertos márgenes de independencia y un “nacionalismo revolucionario”, desde 1982 los yanquis –aprovechándose del desplome económico de México producto de la tremenda caída de los precios del petróleo, del gigantesco endeudamiento y del saqueo de la economía por grandes políticos y empresarios- mantienen como perros falderos a los gobiernos y los hacen obedecer todo tipo de indicaciones. Si antes de 1982 los gobiernos mexicanos podían apoyar abiertamente a los refugiados españoles, argentinos, chilenos, guatemaltecos, a las revoluciones cubana y nicaragüense y a los guerrilleros de El Salvador, etcétera, con cierto disgusto del gobierno yanqui, desde Miguel de la Madrid (1982-88) los gobiernos se arrastran como gusanos a las políticas yanquis. Con ese modelo los dos gobiernos panistas (Fox y Calderón) no sólo dieron vergüenza nacional por su sumisión sino que han actuado como sus representantes.
7. Espero que este terrible incremento del espionaje, la represión y los asesinatos en México no multiplique las muertes de inocentes. Se ha rebasado el número de 35 mil caídos desde que el ejército ocupó las calles en todo el país, ¿se espera acaso que supere a los 100 mil el próximo año con la mayor colaboración de espías y militares de los EEUU? Los jóvenes luchadores sociales, lo zapatistas, anarquistas, libertarios, radicales, tienen la obligación de cuidarse ante el terrible incremento de la represión. No se debe tener ninguna confianza en el gobierno y en las decenas de miles de agentes disfrazados. México poco a poco se está convirtiendo en un Estado de Sitio en el que policías y ejércitos están en las calles vigilando a quien levantar. ¿Cuántos cientos de miles de aparatos telefónicos están hoy intervenidos y cuantas cámaras en edificios y sistemas de satélite están girando sobre nuestras cabezas vigilando lo que hacemos?
Martin Esparza visita División Cuernavaca 18 dic 09
SME Martin Esparza Div Cuernavaca 18 dic 09 1de 6
SME Martin Esparza Div Cuernavaca 18 dic 2de 6
SME Martin Esparza Div Cuernavaca 18dic 3 de 6
SME Martin Esparza Div Cuernavaca 18 dic 4 de 6
SME Martin Esparza Div Cuernavaca 18 dic 5 de 6
SME Martin Esparza Div Cuernavaca 18 dic 6 de 6
SME Martin Esparza visita Cuernavaca 1jun10
SME Martin Esparza visita Cuernavaca 1jun10 2d3
SME Martin Esparza visita Cuernavaca 1jun10 3d3
SME asamblea cuernavaca diputada Hortencia Figueroa 1jun10
SME asamblea cuernavaca Carlos Magariño 1jun10
SME asamblea cuernavaca Juan Garcia San Idelfonso 1jun10
SME asamblea cuernavaca Jose Martinez CIDH 1jun10
Especial Liquidación Luz y Fuerza desde Venezuela 13 Oct 09
Movilizaciones del SME contra la desaparición de Luz y Fuerza del Centro - Reporte TeleSUR
PARTE 1 - Especial sobre Luz y Fuerza del Centro - En vivo desde el Sur - TeleSUR Noticias
PARTE 2 - Especial sobre Luz y Fuerza del Centro - En vivo desde el Sur - Telesur Noticias
PARTE 3 - Especial sobre Luz y Fuerza del Centro - Entrevista a Fernando Oliva - Telesur Noticias
Movilizaciones del SME 13 - OCT- 2009 - TeleSUR Noticias
Opinion Sobre la Liquidación de LyF " En Contexto Noticieros " desde los Angeles CA
LA INFLUENCIA DE LOS NOTICIARIOS DE LA TELEVISIÓN MEXICANA EN LA OPINÓN PÚBLICA
ESPECTÁCULO Y MANIPULACIÓN POLÍTICA
I. MÉXICO, UNA SOCIEDAD QUE OPINA Y DECIDE
En un escenario de problemas de tránsito permanentes, polución, exceso de población, crisis económica, violencia social, inseguridad pública y una intensa actividad política, los ciudadanos mexicanos tenemos que tomar decisiones todos los días: el color de la camisa, el monto a depositar en la tarjeta de crédito, ir al cine o ver películas en casa, dormir la siesta o hacer ejercicio, tomar cerveza o café, hacer compras de oportunidad o ahorrar, discutir o guardar silencio. En fin, nuestras decisiones cotidianas dependen de un amasijo de razones y sinrazones; algunas después de una sesuda reflexión y otras irrumpen de lo más profundo del ser a manera de impulsos y reacciones para satisfacer nuestros deseos.
¿Qué hay detrás de nuestras decisiones? ¿Qué mecanismo mental las produce y nos impulsa a tomarlas? Los pensamientos y emociones acerca de las cosas que conocemos y el contexto en el que se generan son los factores principales que sostienen nuestras decisiones. Por lo tanto, las opiniones y puntos de vista sobre las cosas anteceden la acción de “decidir”. ¿De dónde tomamos la información para resolver necesidades inmediatas y tomar decisiones en la vida? ¿Cómo se construyen esas opiniones y puntos de vista? ¿En qué piensan los mexicanos antes de tomar decisiones? Aunque contamos con un sinfín de opciones que nos ayudan a deliberar y tomar postura, la principal fuente de información de los mexicanos, la más influyente hoy día, nos guste o no, es la televisión: “el invento más portentoso de la segunda mitad del siglo XX”; el oráculo de la familia mexicana que siempre está ahí, al alcance de todos; “la reina de la casa”.
II. EL ORÁCULO DE LA FAMILIA MEXICANA
Así es, aunque muchos publicistas y comunicadores –en un afán más mercadológico que objetivo—insisten en que Internet es ahora la principal fuente de información de la sociedad contemporánea, en México las cosas aún no han cambiado. En un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situación actual de la radio y la televisión, Ponencia de Gabriel Sosa Plata, Diplomado en Industrias Culturales, Política y Comunicación, UAM, Cuajimalpa, Octubre, 2007), se analiza que, hasta el año 2005, el 97.9% de los hogares de México cuentan con televisión, de éstos, el 24.9% tiene acceso a la televisión de paga y, en contraste, sólo el 16.5% cuenta con una computadora. Por lo tanto, para la mayoría de los hogares mexicanos resulta más sencillo (y gratuito) encender la televisión abierta para enterarse de lo que ocurre en el mundo y entretenerse con sus programas favoritos, que pagar una renta mensual por una conexión de internet.
¿Por qué la televisión? Porque a diferencia de la radio, la TV transmite sonidos e imágenes de forma simultánea que le proporcionan un carácter más vívido y contundente; además, tiene la capacidad de sustituir la reflexión por la imagen, es decir, aporta la evidencia de lo que está sucediendo casi de manera tangible “¡Ahí está, frente a nuestros ojos, cómo negarlo: una imagen dice más que mil palabras!”.
La proximidad que brinda la pantalla entre el telespectador y todo aquello que ocurre dentro de ella, genera una sensación de inclusión, significa que al estar en contacto con ella todos los televidentes son considerados democráticamente iguales, sin importar su nivel educativo, filiación política, religión o posición económica. Para verla no hay requisitos que cubrir y se tiene la total libertad de entrar y salir de ella en el momento deseado.
Si se tienen dudas acerca de la influencia de la televisión en las opiniones de los ciudadanos y en la opinión pública de México, basta con observar que en nuestro país los telespectadores pasan en promedio 216 minutos al día frente a la televisión (3.5 horas) y sus contenidos son acaparados por sólo dos empresas privadas: Televisa (70% de la audiencia en TV abierta y más del 80% de los programas de mayor rating) y TV Azteca.
Según la Revista Mexicana de Comunicación, de febrero-marzo, 2006, en su sección Bitácora, la oferta conjunta en sus pantallas, en términos del tiempo total de transmisión, se divide en 31% Programas de Ficción; 24% Programas de Información; 19% Infantiles; 13% Variedades y deportes. Es importante subrayar que el 97% de los niños mexicanos reconoce que ve televisión los 7 días de la semana, lo cual muestra cómo su influencia y cercanía se da desde temprana edad, condicionando un sin fin de comportamientos y hábitos. Finalmente, los programas preferidos por los adultos son los noticiarios (49.5%) y las telenovelas (39.2%).
No es gratuito que la televisión mexicana sea considerada como la “caja que idiotiza", ya que los contenidos culturales o de corte educativo están prácticamente fuera de la pantalla, apenas un 1% de la programación general, en televisión abierta. La mayor parte de sus contenidos son de ficción y entretenimiento, generalmente relacionados y condicionados por unos cuantos patrocinadores y sus múltiples empresas filiales que acaparan no sólo los espacios publicitarios tradicionales, sino también han penetrado en los propios contenidos de los programas.
Ante este sesgo en sus contenidos, la TV mexicana, autoproclamada como un espacio “libre, democrático e incluyente”, resulta no serlo en realidad. Sus espacios se encuentran perfectamente bien reservados. Al respecto, el escritor catalán Román Gubern en su ya clásico texto, El Eros electrónico, manifiesta que la televisión comercial reduce a los ciudadanos a la condición de simples consumidores, hasta el punto de afirmar que su principal función “...ha sido la de difundir publicidad rellenada de programas de entretenimiento”.
En este contexto, el telespectador toma conciencia del lugar que ocupa en el mundo gracias a ese espacio que crea al estar frente a la televisión, permitiéndole que sus ondas electromagnéticas lo envuelvan y conduzcan por los caminos de la fantasía y la ilusión. Ahí, ocurren una cantidad impresionante de fenómenos psíquicos y conductuales cuyas características sería difícil profundizar en este breve ensayo pero, basta decir que, sin duda, condicionan, limitan y predisponen al telespectador, de forma automática y sin advertirlo, a tomar una postura o expresar una opinión.
III. LA OPINIÓN TELEDIRIGIDA
Una opinión es, sencillamente, un parecer. A diferencia del conocimiento científico, la opinión es una posición subjetiva que no necesita ser demostrada ni comprobada empíricamente como las matemáticas o un experimento de laboratorio, es simplemente una convicción débil y variable; no es un saber concreto, por lo tanto no necesariamente es verdad. Sin embargo, al colectivizarse, dichas opiniones individuales construyen un consenso entre los ciudadanos que, a veces sin cruzar palabras, crean un acuerdo tácito de grandes proporciones, lo cual representa una presión social significativa y produce un impacto determinado. En ese sentido, la opinión pública es el conjunto de opiniones generalizadas del público que todos los días es persuadido por los mensajes transmitidos por los mass media, en especial la televisión.
El término “público” también tiene que ver con la cosa pública (res pública), es decir, aquello de interés general que involucra a todos los que participan en una ciudad; la cuestión pública, los asuntos colectivos. El Estado Mexicano, cuyo sistema político es la democracia representativa, no se caracteriza por respaldar su Gobierno en el saber, sino en la opinión, ya que su fundamento radica en la manifestación pública del parecer de los ciudadanos (opinión) respecto de los asuntos públicos, mediante la emisión de un “voto universal, libre y secreto” con el cual censuran o convalidan el manejo de la administración pública por parte de los representantes del pueblo.
Empero, no quiere decir que los ciudadanos necesariamente sepan de la cosa pública y en consecuencia voten, sino que tienen derecho –la constitución manda— a ser tomados en cuenta en los asuntos públicos al momento de elegir quién se encargará de éstos, y por eso votan (opinan), aunque no estén enterados necesariamente de la situación pública. Un slogan del Instituto Federal Electoral (IFE) de hace un par de años decía: “Tu voto vale”, “Tu voto decide”. Nunca un slogan recomendará: “Sólo si sabes, vota”. La democracia mexicana para legitimarse necesita opiniones y decisiones, no conocimiento específico por parte de los ciudadanos.
¿Cuál es la relación entre la televisión y la opinión pública? Algunas teorías plantean que, frente a la televisión, los ciudadanos pierden distingo y consideración individual, pues son considerados un átomo dentro de una masa amorfa y difusa llamada “público” o “auditorio”, y se convierten en objetivos de mercado y difusores de posturas políticas. Giovanni Sartoti, politólogo Italiano, sostiene en su libro Homo videns: La sociedad teledirigida, que “la televisión es una fuente importante de creación de opinión. En la actualidad el pueblo soberano opina sobre todo de acuerdo con la forma con la que la televisión le induce a opinar. El poder del video se convierte en el centro de todos los procesos de la política contemporánea por su capacidad de orientar la opinión”.
La televisión tiene la capacidad de suplantar a los denominados líderes intermedios de opinión, aquellas personas clave que, antes de la era multimedia, inducían a los ciudadanos a tomar decisiones y patrones de conducta, adquirir ciertos productos o servicios, tomar partido por algún grupo político, etc. El Médico de cabecera, el Párroco de la iglesia, el anciano sabio de la comunidad, El profesor, el consejero espiritual y la hechicera que resolvía el mal de ojo, todos ellos, ahora, han sido sustituidos (o tienen menor influencia), que los personajes que están dentro de la televisión: personajes de series cómicas y de telenovelas, dibujos animados, deportistas, cantantes, actrices, animadores, conductores y, especialmente, presentadores de noticias.
La ventaja que tienen estos nuevos líderes mediáticos de opinión que dicen a su auditorio qué pensar, qué decir y cómo actuar, es la de gozar de mayor cercanía con los ciudadanos y un nivel de insistencia tal que, día, tarde y noche, pueden transmitir la misma imagen, declaración u opinión, en diferentes formatos (nota informativa, crónica, editorial) y en los diferentes noticiarios, con el objetivo de que mayor número de televidentes se enteren de la “nota del día”.
En consecuencia, los ciudadanos al intercambiar sus puntos de vista con otros (en casa, el trabajo, la calle), por falta de una información diferente o complementaria a la recibida por la televisión, reproducen como un reflejo o extensión de la misma, el punto de vista u opinión vertida por el presentador de noticias la noche o la tarde anterior. El fenómeno, a nivel de opinión pública, radica en que al compartir puntos de vista, los ciudadanos observan que éstos “coinciden” y, al ahondar en el tema, resulta que la fuente de información generalmente es la misma: “Salió en el noticiario”, “Lo dijo Joaquín López Dóriga”.
Sartori considera que la televisión es el nuevo demiurgo del consenso en las sociedades democráticas, y argumenta sobre la supremacía de la imagen televisiva en la percepción de la realidad en los ciudadanos: “No importa que las imágenes puedan engañar aún más que las palabras. Lo importante es que el ojo cree en lo que ve; y, por tanto, la autoridad cognitiva más auténtica es lo que se ve. Lo que se ve parece real, y puede ser considerado como verdad”.
Actualmente, acudir a un mitin, marcha, reunión o asamblea de barrio (¿existen todavía?) en donde los líderes tradicionales –políticos, representantes sociales, sindicales, vecinales— informan a los ciudadanos sobre los asuntos de interés general y discuten puntos de vista y posturas políticas, ha dejado de ser práctica habitual en muchos ciudadanos. La falta de credibilidad de los “representantes del pueblo” y el desuso de prácticas democráticas como salir a la calle a enterarse de los asuntos públicos e intercambiar información política y económica de manera interpersonal, cara a cara es una de las razones. Es más cómodo encender la televisión, el Ágora electrónico.
IV. CONSTRUYENDO EL CONSENSO: LA INFLUENCIA DE LOS NOTICIARIOS
Una viñeta cotidiana en muchos hogares del país es la del ciudadano medio que llega a casa por la noche, cansado, con ganas de estar con su familia y relajarse del estrés laboral; sólo cuenta con 15 minutos antes de dormir y decide encender la televisión y sintonizar el noticiario, su intención es informarse del acontecer social y entretenerse un poco antes de caer rendido en el sofa. Brevemente se entera de la violencia extendida en todo el país y el número de muertos del día; que el Presidente de la República visitó una casa-hogar llena de niños pobres a los que obsequió 5 computadoras; es testigo de la lucha entre marcas patrocinadoras; soporta el mal chiste del comentarista; y alcanza a ver el resumen deportivo. El escote de la presentadora de espectáculos le resulta muy sugerente... Al oprimir el botón “apagar”, se levanta del sofá y, a paso lento, da paso a la realidad. La otra, la que no pasa por la pantalla, la de levantarse a otro día para trabajar.
En términos de información, la penetración de la publicidad, la competencia comercial y la manipulación política permean los noticiarios televisivos. El periodista polaco, Ryszard Kapuscinski, en su libro Los cínicos no sirven para este oficio (Anagrama, 2002, pág.61), describe algunas razones sobre este fenómeno: “El problema de las televisiones y, en general, de todos los medios de comunicación, es que son tan grandes, influyentes e importantes que han empezado a construir un mundo propio. Un mundo que tiene poco que ver con la realidad. Pero, por otro lado, estos medios no están interesados en reflejar la realidad del mundo, sino competir entre ellos. Una cadena televisiva, o un periódico, no puede permitirse carecer de la noticia que posee su rival directo. Así, todos ellos acaban observando no a la vida real, sino a la competencia”.
Lo que se ve en pantalla, en especial en los noticiarios de las principales cadenas, no necesariamente corresponde con la realidad de todos los días de los ciudadanos. La mayor parte del tiempo de transmisión, durante 2009 y lo que va de 2010 en México, en términos generales, la ocuparon la guerra al narcotráfico y los ajustes de cuentas entre los mismos; la agenda oficial del Presidente y sus funcionarios; notas intrascendentes y “curiosas” de la cultura de otros países; historias truculentas y escatológicas de “mexicanos extraordinarios” (fenómenos, obesos, infrahumanos, héroes y villanos) que agitan el morbo; videos y fotografías que capturan los televidentes de situaciones chuscas y “sorprendentes”; repeticiones hasta la náusea de las notas deportivas (si el Chicharito metió un gol se llega al éxtasis); chismes de la farándula; cortinillas publicitarias (infomerciales)… Estas y otras “importantísimas” noticias “llenaron” de lugares comunes y banalidad la mayor parte de los minutos al aire en noticiarios de TV.
Raúl Trejo Delarbre, analista mexicano especialista en medios de comunicación, en su artículo Los medios: Cómo mejorar la televisión, publicado en la revista NEXOS (diciembre, 2007), afirma que "El Problema en México, especialmente con la televisión, ha sido la excesiva concentración no sólo de muchas frecuencias en pocas manos sino, también, de contenidos de muy discutible calidad en los canales acaparados por las dos empresas privadas. Los telespectadores no han tenido oportunidad de acercarse a otras opciones de televisión”.
La consigna de los noticiarios en televisión es que mientras más aparezcan en pantalla intimidades e improperios de los políticos profesionales, sainetes y dramas pasionales entre éstos y los personajes de la farándula y los deportes, matizados con historias rosas o del corazón, los espectadores estarán más enganchados al monitor; que los olores a sangre y fluidos corporales de la nota roja y amarilla se mezclen con las “acciones heroicas” de policías y militares contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, a fin de crear el escenario idóneo para asegurar la tensión y psicosis ciudadana necesaria para sostener el nivel de audiencia y transformar el acontecer social en una novela de horror que imposibilita la visibilidad de los verdaderos “asuntos públicos” y de “interés general” que la sociedad necesita conocer y informarse de ellos.
¿Cuál es el consenso? ¿Los mexicanos estamos de acuerdo en que hay una guerra contra el narcotráfico y aplaudimos (como dice el Presidente Calderón) la presencia del Ejército en las callles? En contraste: ¿Cuál es nuestra opinión acerca de los constantes incrementos no legales a la gasolina y el diesel; la ley de Medios de Comunicación; la privatización silenciosa de la industria eléctrica y petrolera? No hay información. La poca que se difunde es sesgada, editorializada y editada. No estamos de acuerdo, por lo tanto hay polarización. Así está la opinión pública en México.
Cualquiera se preguntaría qué pasó en México respecto a la televisión pública, las concesiones a universidades, organizaciones civiles y proyectos independientes en televisión abierta. ¿Cuál es la responsabilidad que asume el Gobierno ante este escenario en el que proliferan la excesiva comercialización, la agitación del morbo social y el espectáculo en detrimento de cualquier atisbo de proyecto educativo o cultural a nivel masivo? Nada. ¿Quién detiene o regula a los medios masivos de comunicación sin que éstos y sus corifeos apelen que se esta transgrediendo la libertad de expresión? Nadie.
Fátima Fernández, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en su libro La Responsabilidad de los Medios de Comunicación (Paidós, 2002, pág. 125), asevera: “Si un diputado se equivoca o actúa mal, tendrá la sanción del voto; si un estudioso no estudia, tendrá la sanción de los exámenes, pero ¿Cuál es la sanción del hombre de los medios? Basta con que tenga el beneplácito del propietario del medio y del anunciante, es decir, en ambos casos, del dinero, para que no suceda nada”.
Efectivamente, desde que la información se convirtió en un gran negocio en el que se mezcla la manipulación política con el espectáculo, el gobierno mexicano se ha desentendido totalmente del asunto y pasó de la censura feroz de los años sesentas y setentas, a la permisividad y complicidad que actualmente tiene con los grandes consorcios televisivos. Se ha dejado de lado el cuidado, regulación y calidad de los contenidos, a cambio de favores propagandísticos permanentes y de guerra sucia mediática en procesos electorales o en momentos coyunturales en contra de manifestaciones políticas no oficialistas.
Con la anuencia de las cúpulas empresariales y sin tomar en cuenta a los ciudadanos, el Estado Mexicano ha permitido que los medios de comunicación, en especial la televisión, tengan un alto nivel de concentración de poder e influencia en la gobernabilidad del país. Su hegemonía es política, cultural e ideológica; permea en el ejercicio del poder político, en las instituciones públicas, los organismos sociales, las empresas y en el quehacer cotidiano de los ciudadanos imponiendo sus intereses, dinámicas y estrategias sobre la convivencia social. A este poder desmedido algunos autores lo consideran la Mediocracia, es decir, el gobierno de y desde los medios.
Las principales concesionarias de la televisión, a través de sus noticiarios, son las instancias responsables y tienen la obligación de informar a la sociedad sobre los asuntos de interés general, ya que la utilidad pública a la que deben sujetar sus transmisiones es la principal razón de su existencia. De otro modo, el uso del espacio radioeléctrico –propiedad de la nación— de forma unilateral para difundir contenidos que satisfagan sólo los intereses de los propietarios, en detrimento de la utilidad pública, traería consigo la suspensión de la concesión por parte del Estado. Sin embargo, la suspensión de las concesiones no sucede a pesar de los constantes y graves excesos de los noticiarios.
V. LOS NOTICIARIOS Y LOS PROCESOS ELECTORALES
El punto más álgido de la influencia de la televisión en la opinión pública se da durante los procesos electorales; la capacidad de los noticiarios de la televisión mexicana para imponer la agenda y establecer los tópicos de la contienda político-electoral es impresionante. Por ejemplo, existe una predisposición muy marcada por parte de los equipos de reporteros de la fuente por buscar en los candidatos no sus planteamientos, análisis e iniciativas políticas, ni el impacto de las mismas, sino más bien sus diatribas, improperios, frases ingeniosas y dimes y diretes en los que son capaces de enredarse para, de ahí, los telediarios hacer escarnio y encender la mecha en la arena política.
En respuesta los partidos políticos realizan un excesivo gasto en su propaganda de radio y televisión debido a que en los micrófonos y pantallas de los principales noticiarios se inicia la arenga, se muestran las evidencias y testimonios del “bueno” o “malo” candidato, y se delibera quien pierde y quien gana en la contienda política. La televisión se erige como todo un tribunal mediático y los jueces son los conductores y comentaristas de los informativos; el auditorio gruñe o se congratula con el veredicto pero jamás es tomado en cuenta.
Actualmente, no sólo en México, el partido o candidato que mejor maneja su estrategia de medios es, generalmente, el que se lleva la victoria en las urnas. Los medios, especialmente la TV, establecen la ruta hacia el triunfo. Así, independientemente de los resultados electorales, la mayor parte de los recursos públicos que el IFE destina a los partidos terminan en las arcas de los grandes medios masivos de comunicación. Los seguros vencedores. Los dueños del ring, los que montan en espectáculo.
Otro fenómeno presente en la coyuntura política de México es la compra ilegal de publicidad electoral por terceros (empresarios, organizaciones civiles, fundaciones, etc.). Actividad sancionada por la legislación electoral que establece que sólo los partidos políticos tienen la facultad de comprar tiempos en radio y televisión para realizar propaganda; ordenamiento que las televisoras no desconocen pero, carentes de moralidad y ética, desoyen en aras del jugoso negocio que ello implica.
Fue en las elecciones presidenciales de julio de 2006 en donde quedó manifiesto el papel protagónico de los medios de comunicación. A diferencia de los años noventas, la polémica no se cierne ahora sobre las inequidades en torno a las coberturas de radio y televisión de uno u otro candidato, sino a la impresionante plataforma de mercadotecnia política en la que se han convertido los medios, principalmente la televisión.
Por ejemplo, en dicha contienda de 2006, según datos citados por Gabriel Sosa Plata en Saldos de la cobertura electoral, publivado en la Revista Mexicana de Comunicación (Núm. 100, agosto -septiembre, 2006), ningún candidato de los tres punteros tuvo supremacía abrumadora sobre los otros en cuanto a exposición en medios, incluso el candidato del PAN, Felipe Calderón, quien después de un largo y truculento proceso de deliberación por parte de la autoridad electoral se erigió como presidente de México, fue el candidato con menor exposición en medios electrónicos (25%), después de Roberto Madrazo (31%) y el más expuesto, Andrés Manuel López Obrador (37%).
La diferencia estuvo en el tratamiento periodístico de la información. La estrategia en televisión se orientó no hacia la censura o desaparición de las pantallas del candidato con mayor tendencia a romper el Status Quo, en este caso López Obrador, sino a su sobreexposición y manejo editorial de los contenidos relacionados con su candidatura. El 13% de las notas fueron negativas hacia su persona; 8% para Roberto Madrazo y 6% para Calderón (El Financiero,25 de julio de 2006). En este sentido, ganó la presidencia el candidato del que menos cosas negativas se mencionaron en la televisión.
La nueva era de la comunicación permite a quien posee las empresas mediáticas hacer y deshacer prácticamente todo lo que se posicione frente a sus cámaras y micrófonos. La proliferación del Spot y la creación del consenso mediante encuestas y sondeos de opinión en tiempos electorales son herramientas muy socorridas para manipular las tendencias del voto y posicionar o quitar del camino a candidatos que no agradan a las elites políticas y empresariales.
A través de la pantalla de televisión, en los noticiarios, basta con preguntarle a 200 personas qué opinan de tal candidato para que los otros más de 4 millones de posibles electores se formen una idea del mismo; también se puede entrevistar a un candidato con preguntas “a modo” para sacarlo de quicio, hacerlo titubear, interrumpirlo constantemente y tratar de evidenciarlo ante las cámaras para hacerlo ver como intransigente, poco inteligente e intolerante; se puede hablar de su mal gusto al vestir, sus muletillas verbales, su forma de caminar, criticar sus amistades y familiares, si de joven bebía alcohol o consumía drogas, etc. Todo esto y más durante varias transmisiones, en diferentes formatos, horarios y capítulos de los telediarios, acumulando horas de transmisión; de su plataforma política, sus convicciones, su trayectoria en la administración pública, sólo un par de minutos.
Carlos Montemayor, analista de los movimientos de resistencia política en México, publicó un artículo en La Jornada (17 de diciembre de 2008, pág. 16), titulado Violencia electoral en México, donde considera que “La violencia de Estado en procesos electorales se ha expresado en una amplia gama que ha variado desde el fraude electoral y la desaparición selectiva de candidatos o de opositores electorales hasta la represión y la masacre. En los inicios del siglo XXI se amplió este espectro hacia un nuevo extremo: la manipulación de los medios electrónicos”.
Ante el poder desmedido de los mas media en México, urge sobremanera una legislación enérgica, precisa y suficiente para poner fin a la mediocracia y generar los contrapesos necesarios para que los grandes consorcios mediáticos se vean realmente obligados a respetarla y ser equilibrados en sus contenidos y democráticos al permitir acceso a las diversas voces de la sociedad. También es necesario poner límites al papel que desempeñan durante los procesos electorales y establecer un mecanismo eficiente que faculte a la sociedad civil para intervenir ante los excesos en que éstas incurren.
La reforma constitucional de 2007 en materia de comunicación y procesos electorales, significó un primer paso, aunque tardío, en el avance hacia una mejor relación entre los medios y la política, en ella se reconoce la desmedida dependencia que el sistema político mexicano y sus procesos electorales han tenido respecto de los consorcios mediáticos.
Es un acierto la prohibición a la compra de propaganda electoral y la asignación a los partidos de mayor tiempo del que ya disponían en las estaciones de radio y televisión. Sin embargo falta mucho más que poner en orden en términos de comunicación masiva ya que las principales televisoras han dejado de ser intermediarias para erigirse en protagonistas en el escenario político, y sus intereses distan mucho del interés público al cual, les guste o no, debieran someterse.
Finalmente, la comprensión por parte de la sociedad acerca de cómo funcionan los medios de comunicación masiva, cuál es su objetivo y cuál es la utilidad pública que deben tener es más que deseable. Los ciudadanos no podemos vivir ignorando los efectos que producen en nuestra vida y hacia dónde están conduciendo la convivencia humana. Por ejemplo, aprender a ver la televisión es tan importante hoy día que debería incluirse en la educación básica de los niños. ¿Lo permitirá Doña Elba Esther?
Publicado por Hugol (BOLAESPINOSA) en viernes, noviembre 05, 2010
Los buenos muchachos de la CFE
La lista
Avisos a Elías Ayub
Fox, enterado del asunto
Margarita Zavala de Calderón conoció las irregularidadesEl 20 de agosto de 2007, el extitular del Órgano Interno de Control en la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Olvera Mazariegos, y el exauditor Marco Antonio Díaz Tobías entregaron un legajo de expedientes confidenciales –administrativos y judiciales? de la Secretaría de la Función Pública y la Procuraduría General de la República en la Residencia Oficial de Los Pinos.Los documentos –dirigidos a Margarita Zavala y a su directora de Logística, Silvia Pérez Ceballos, a la sazón asistente personal– implicaban a Néstor Moreno Díaz en daño patrimonial, tráfico de influencias, quebrantos y favoritismo a empresas proveedoras de obra pública y servicios a cambio de sobornos.Entre septiembre y noviembre de 2006, Silvia Pérez Ceballos fungió como asesora de Margarita Zavala en el plan de transición y en el diseño del plan transexenal México 2030, Proyecto de Gran Visión, que bosquejó la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) concretada mediante el decreto presidencial del 11 de octubre de 2009.Después de que ambas recibieran los expedientes incriminatorios, Moreno Díaz fue designado para recibir en comodato los bienes de LFC y coincidió con ellas en giras presidenciales para inaugurar obras de CFE, en representación de Elías Ayub.
Los sobornosLas compañías grandes regalan yates y autos de lujo; las pequeñas, dinero en efectivo, comidas y fines de semana en las playas mexicanas. Además del caso de la corporación suiza ABB, a las mexicanas, por muy pequeñas que sean, también les toca entregar su diezmo. Dobsa Construcciones es un caso ilustrativo de cómo los good guys cobran los sobornos.En 2008, Dobsa, propiedad de Leonel López Sánchez, licitó la adjudicación del contrato DV000-18-08 para construir el edificio del Centro de Operaciones de respaldo del Centro Nacional de Control de Energía, Puebla, por 43 millones 751 mil 465.78 pesos. Según la versión del empresario, mientras se desahogaba el proceso, Rubén Loredo Romero, subgerente de Distribución Centro Oriente, responsable de la contratación, lo contactó para “informarle” que su propuesta era la más viable.En Plaza Angelópolis, Loredo le habría expuesto que el contrato se le adjudicaría si pagaba el 6 por ciento en efectivo ?2 millones 625 mil 087.90 pesos?, el 20 por ciento de lo que López recibiría como anticipo contractual (13 millones 125 mil 439 pesos). Posteriormente, entre el 13 de marzo y el 1 de abril, se concretó. El 2 de abril, la CFE adjudicó el contrato a Dobsa. La comisión fue colocada por López en la cajuela del Stratus de Loredo, el 24 de mayo de 2008.Dobsa registró considerables atrasos en la obra, que López arguyó a supuestos precios castigados que ofreció en su propuesta técnica y la sangría que le significó el soborno pagado. El problema se agudizó por un litigo presentado en su contra por Afianzadora Sofimex, por 19 millones 469 mil 402 pesos.Ante los atrasos, Loredo le habría notificado que la rescisión era inminente. López reclamó que habría podido cumplir la obra si no le hubiera obligado a pagarle la comisión. El contratista contó a Elías Ayub el caso a detalle mediante un oficio el 19 de marzo de 2009, dirigido a Rubén Loredo, en el que cita: “De no haber tenido que pagarles la cantidad mencionada no tengo duda que la obra se realizaría en los términos contratados. Te solicito, una vez más, me devuelvas de inmediato los 2 millones 625 mil 87 pesos 90 centavos”.Leonel López dice que denunciar el soborno de Loredo lo hundió ante la CFE: “A partir de allí, me impidieron participar en cualquier concurso”.
Fuente: ContralineaOtro buen muchacho bajo investigaciónMientras las autoridades estadunidenses dan cauce a las indagatorias contra los altos directivos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en México Héctor Sánchez Camacho, jefe de Administración y Finanzas, está bajo investigación por enriquecimiento ilícito.En la estructura de la CFE, Sánchez es subalterno de Noé Peña Silva, subdirector de Transmisiones, implicado en las transferencias electrónicas de dinero de la CFE a cuentas privadas, entre septiembre de 2005 y abril de 2006, desfalco que tiene a la cajera María Elena Guerrero presa en el penal de Santa Martha Acatitla. Guerrero fue, según su versión, quien detectó el desfalco, sin embargo, la indagatoria de la Procuraduría General de la República se limitó a encarcelarla a ella.En la causa penal 128/2002, abierta desde 2002 por el juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal, Sánchez Camacho fue encontrado culpable de enriquecimiento ilícito, delito por el cual, entre abril de 2009 y marzo de 2010, el funcionario recibió dos sentencias condenatorias a las que respondió con sendas apelaciones. Hoy, las autoridades judiciales dictaminan la sentencia definitiva.